lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Qué entendemos por enseñar y aprender en el área de matemáticas?


Cuando una persona adopta el papel de estudiante y se encuentra con sus profesores y con sus compañeras en el salón de clases hay un acuerdo implícito, el estudiante está ahí para aprender y el profesor para enseñar. Tu experiencia en la escuela te ha formado una noción intuitiva de lo que estas dos ideas y prácticas significan y de lo que puedes esperar de una clase. Sin embargo, el sistema educativo que hemos heredado no se diseñó para que aprendieras a actuar en forma adaptativa en un ambiente complejo inundado por la tecnología. Sus objetivos no consideraron que fuera necesario, o siquiera posible, que pudieras aprender a interpretar textos no familiares con propósitos variables, construir argumentos convincentes atendiendo varios niveles, comprender sistemas complejos, desarrollar diversos enfoques a los problemas o llevar a buen fin la solución de un problema trabajando en grupo. Pero la sociedad requiere cada vez más una educación que se centre en las llamadas habilidades intelectuales de orden superior. Estas habilidades, de nombre tan elegante, son las que aplicas cuando tomas decisiones, resuelves problemas, organizas tu propio aprendizaje o haces aportaciones creativas en tus trabajos y actividades. Pero si quieres aprender a resolver problemas tienes que enfrentarte a verdaderos problemas, si quieres aprender a tomar decisiones, tienes que tomarlas y asumir las consecuencias... Todo esto es complicado, pero es lo que haces, y vas a seguir haciendo cada vez más, dentro y, sobre todo, fuera de la escuela. Resnick, conocida investigadora en educación matemática, quien ha estudiado este pensamiento de orden superior, lo caracteriza señalando que:
·         no es algorítmico, porque las vías por las que circula no están bien definidas previamente,
·         es complejo, porque no basta una perspectiva,
·         da lugar a soluciones diversas, cada una con sus costos y beneficios,
·         requiere de la aplicación de criterios múltiples, en ocasiones contradictorios, que al aplicarse producen juicios matizados,
·         va acompañado de una fuerte carga de incertidumbre, no se suele conocer todo lo que se necesita,
·         debe auto-regularse,
·         comprende la asignación de un significado, encontrando la estructura que subyace al desorden aparente
·         y exige un esfuerzo considerable, un trabajo intelectual con propósitos definidos en diversos niveles.
De la Prospectiva del IPN podemos retomar la orientación que se debe dar al quehacer institucional hacia la creación de un sistema educativo capaz de colocar a todo individuo en la posibilidad de adquirir, actualizar y usar adecuadamente el conocimiento pertinente con un sentido de solidaridad. Esto es una invitación para contribuir a una reforma educativa imaginativa y muy exigente, que requiere una reconceptualización de lo que significa ‘tener clase’. Para nosotros, tus profesores, ‘enseñar matemáticas’ significará crear las condiciones que, con tu indispensable participación protagónica, producirán la apropiación del conocimiento, el desarrollo de las habilidades y la formación de las actitudes. ‘Aprender matemáticas’ significará involucrarse en una actividad intelectual exigente, cuya consecuencia final será la disponibilidad de un conocimiento dual: como instrumento y como objeto. Así, ‘saber matemáticas’ significará el desarrollo de estos dos aspectos del conocimiento:
·         Como instrumento, el conocimiento matemático está inscrito en un contexto. En este caso es necesario usar las nociones y teoremas matemáticos que considera el programa de la materia para resolver problemas e interpretar situaciones nuevas.
·         Como objeto, el conocimiento está descontextualizado y es atemporal. Debes ser capaz de formular definiciones, enunciar y demostrar teoremas e identificarlos como elementos de una disciplina: la matemática.

Los tres pensamientos siguientes nos señalan aspectos que debemos considerar en nuestro aprendizaje:

Oigo y olvido,
Veo y recuerdo,
Hago y comprendo.
Un viejo proverbio chino

Hacer... y reflexionar acerca de lo que se hace.
Seymour Papert

No hay conocimiento verdadero si no se es capaz de comunicarlo
Así decían los griegos

Es decir, oyendo, viendo, haciendo... pero además reflexionando y comunicando.
Así nuestro modelo se puede sintetizar, de manera esquemática, en la tríada:



 







Figura 1. Triada “Hacer - Reflexionar – Comunicar”

El desarrollo de la clase ya no puede ser responsabilidad exclusiva del profesor, sino que debe contar con una nueva actitud del estudiante, que también se responsabiliza y se compromete con su aprendizaje. Juntos podrán discutir y definir las distintas maneras de desarrollar las actividades de aprendizaje, con sus razones, sus ventajas, sus desventajas y sus riesgos.

Las Competencias Básicas y su dimensión matemática

Nuestro marco de referencia lo establece la SEP en sus competencias básicas del estudiante de bachillerato. Las competencias básicas se refieren al dominio, por parte del estudiante, de los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que son indispensables tanto para la comprensión del discurso de las ciencias, las humanidades y la tecnología, como para su aplicación en la solución de los problemas de su vida escolar, laboral o cotidiana, por lo que deben ser comunes a todos los bachilleratos del país.
Se considera que las competencias básicas que se deben desarrollar durante el paso del educando por el bachillerato son:
·         Expresarse correcta y eficientemente en español, tanto en forma oral como escrita, así como interpretar los mensajes en ambas formas.
·         Manejar la información formulada en distintos lenguajes y discursos (gráficos, matemáticos, simbólicos, de cómputo, etc.).
·         Utilizar los instrumentos culturales, científicos, metodológicos y técnicos, básicos para la resolución de problemas en su dimensión individual y social, con actitud creativa y trabajando individualmente o en grupos.
·         Comprender, criticar y participar racional y científicamente, a partir de los conocimientos asimilados, en los problemas ecológicos, socioeconómicos y políticos de su comunidad, región y del país.
·         Aprender por sí mismo, poniendo en práctica métodos y técnicas eficientes para propiciar su progreso intelectual.
·         Evaluar y resolver las situaciones inherentes a su edad y desarrollo, incluso en lo que se refiere al conocimiento de sí mismo, su autoestima y autocrítica, salud física y formación cultural y estética, a efecto de tomar decisiones que lo beneficien en lo individual y en lo social.
·         Desempeñarse individual o grupalmente de manera independiente en su vida escolar y cotidiana.
·         Integrar los conocimientos de los diferentes campos, en una visión global del medio natural y social, como paso normativo hacia la inter y multidisciplinariedad.

En cada una de las competencias anteriores hay una componente matemática, por lo que en el área de matemáticas se trata de lograr los conocimientos, las habilidades y las actitudes que al articularse con los de las otras áreas te permitan desarrollar significativamente estas competencias. Estos objetivos, que sin duda quieres lograr tanto como nosotros, exigen nuevas modalidades de trabajo, a las que quizás no estás acostumbrado, y pueden causarte conflictos, cierta desesperación, algo de presión, pero, según afirman los expertos como Resnick, los aprendizajes complejos no se logran aislando las componentes visibles, desarrollándolas e integrándolas posteriormente, sino mediante experiencias que ponen en juego, simultáneamente, tanto las habilidades de índole general, como los conocimientos específicos, junto con tu disposición para embarcarte en situaciones con una fuerte carga de riesgo e incertidumbre. Estos ‘buenos propósitos’ son más complejos, lograrlos es una tarea más difícil pero también, creemos, más atractiva e interesante.
La experiencia básica en nuestras clases se definirá por nuestra relación con los problemas. La resolución de un problema en la clase es un proceso muy complejo cuando los problemas que enfrentas son verdaderos problemas. Debido a esta complejidad, los factores que intervienen para que logremos resolver exitosamente un problema, y comprender algo significativo como resultado de la interacción con el problema, son muchos y de distintos niveles. La desatención de uno, o varios, de estos factores puede entorpecer y a veces hacer imposible la solución de un problema o la comprensión que se deriva de la interacción fecunda con el problema. Una componente que influye de manera determinante corresponde a la forma en que las personas interactúan durante la resolución de un problema. Piensa en un laboratorio en el que se realizan algunos procesos complejos, los factores que intervienen en dichos procesos se administran, se registran continuamente y algunos de ellos se controlan. Así, si queremos crear un ambiente propicio para el desarrollo de las habilidades intelectuales de orden superior es necesario que aprendamos a participar en cada modalidad de trabajo: individual, equipo y grupo completo.
El desarrollo de la tecnología, verdaderamente impresionante en la actualidad, ha perfilado el mundo en que vivimos. Nuestra cultura cuenta ya con una componente matemática que no sólo atañe al especialista sino al ciudadano. Las matemáticas están tan inevitablemente incorporadas a nuestra vida cotidiana que, si hemos sobrevivido, es porque, de alguna manera, hacemos un buen uso de las pocas o muchas matemáticas que sabemos.
La herramienta tecnológica por excelencia es la matemática, pero la matemática es una herramienta dinámica porque para cada problema nuevo hay que diseñar una herramienta nueva; basta revisar la gran cantidad de matemáticas nuevas que se han hecho, especialmente en la segunda mitad del siglo pasado, y el papel que han desempeñado en la solución de los problemas importantes de todas las áreas.
Anteriormente, los objetivos que perseguía una sociedad, o una institución, cambiaban cada dos o tres generaciones. Actualmente, los objetivos se revisan constantemente y el cambio forma parte de nuestra realidad cotidiana. Los conocimientos que hace veinte años estaban vigentes en la electrónica, por poner un ejemplo, hoy son casi totalmente obsoletos. Más que conocimientos específicos, que en cierta medida siguen siendo necesarios, lo que se trata de lograr en la educación de hoy es la capacidad para ser autosuficiente cuando se organiza el aprendizaje que nos exige el ejercicio de la profesión.
Para organizar uno mismo su aprendizaje es necesario desarrollar:
·         las habilidades para usar el conocimiento y articular los conocimientos en pos de un propósito más complejo;
·         las actitudes que nos permiten enfrentar situaciones con una componente importante de incertidumbre;
·         la capacidad para transferir, es decir, aplicar en una situación distinta a aquélla en la que aprendimos, los conocimientos que adquirimos.
El conocimiento debe ser uno de los principales elementos que determinen la relación entre un profesor y sus alumnos. Pero la clase también es un sitio de interacción de costumbres y creencias de cada uno de sus participantes, es conveniente contar con un lenguaje común que nos permita tener un ambiente que propicie la enseñanza y el aprendizaje desde la perspectiva descrita. Así, cada una de nuestras experiencias de aprendizaje dentro del salón de clases tendrá un doble propósito: aprender a crear un ambiente de trabajo y aprender matemáticas.
El ambiente estará dirigido a promover la independencia del estudiante y la responsabilidad que debe tener en su aprendizaje, a través de:
·         El trabajo individual y en equipo.
·         La resolución de actividades matemáticas.
·         La discusión matemática.
·         La evaluación de tu trabajo y del trabajo de tus compañeros en el equipo y en el grupo.
Cuando se lee sobre el pensamiento de orden superior, sobre tener una actitud participativa, crítica y creativa, se suele decir, “sí, parece deseable y necesario, quiero lograrlo, pero ¿cómo lo hago?”. En la Academia de Matemáticas hemos reconocido la gran dificultad que hay para lograr estos objetivos y, junto con los Clubes de Matemáticas de varias escuelas, hemos diseñado y adaptado una serie de materiales auxiliares para la organización del aprendizaje, que te servirán para traducir en acciones cotidianas este importante propósito. Estos auxiliares sirven como marcos de referencia compartidos que se usan y comentan constantemente durante las experiencias de aprendizaje. En la medida en que, tanto el profesor como los alumnos, se familiaricen con ellos pueden llegar a constituir un lenguaje común, en el que se pueden expresar algunas de las dimensiones de aprendizaje más importantes. En una sección de este Libro se tiene un comentario un poco más amplio de estos ‘Materiales Auxiliares para la Organización del Aprendizaje (MAPOA)’. En términos generales, estos auxiliares concretan la expresión ‘responsabilizarse de su aprendizaje’ y contribuyen al logro de tu autonomía como alumno en la organización de tu propio aprendizaje.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Enseñemos matemáticas con Humor

Qué sería de la educación sin sentido del humor?. Queremos darle la bienvenida al nuevo blog de Humor sobre las matemáticas Chistemat, donde aparece un chiste gráfico sobre matemáticas cada día.

Empezar nuestra clase diaria con un chiste puede ser una buena forma de atraer y motivar a nuestros alumnos, y en algún caso aprovechar para que repasen algún concepto matemático que quizás tengan olvidado y que necesiten para comprender el chiste, como el ejemplo que reproducimos a continuación:




domingo, 20 de abril de 2014

2014, un año para mantener los equipos electrónicos



2014, un año para mantener los equipos electrónicos


En ocasiones, convergen una serie de lanzamientos en el mercado de la tecnología que son especialmente llamativos. Es lo que ha ocurrido en este 2014, un año en el que lo mejor es no comprar productos electrónicos, sino mantener los que ya tenemos.
Y puede resultar sorprendente esta afirmación, pero lo cierto es que se aplica en la mayoría de las categorías de productos tecnológicos que existen, aunque hay algunas salvedades. Vamos a analizar varias de ellas para explicar exactamente a qué nos referimos.
Televisiones
Probablemente, la categoría de las televisiones es la que nos permite mostrar más clara esta situación. Lo más probable es que después de muchos años con estas ya en el mercado, tengáis una televisión Full HD de un tamaño relativamente considerable, que sea de 40 pulgadas o más para el salón de casa, o que esté entre las 27 y las 37 pulgadas si es para una habitación algo más pequeña, pudiendo ser un monitor de 21 pulgadas si es para acompañar a una videoconsola, a un ordenador, o para la cocina. Bien, lo cierto es que la calidad con la que emiten muchas cadenas ha llegado a ser hace poco tiempo de alta definición, y todavía algunas de ellas están en fase de pruebas. ¿Interesa comprar una nueva televisión ahora? No, para nada. Las televisiones en 3D no han acabado de tener el tirón comercial que se esperaba, y las televisiones 4K son ahora el futuro. Muchos creerán que son el presente, porque ya hay algunos modelos en el mercado. Sin embargo, lo cierto es que las televisiones 4K que hay ahora mismo en el mercado utilizan tecnología que es muy reciente, y son muy caras. No son todo lo que pueden ser, y comprar una televisión 4K en este momento es prácticamente como tirar el dinero, pudiendo esperar al año que viene. Además, la cantidad de contenidos en 4K que hay disponibles es muy baja, por lo que si tuviéramos la televisión tampoco podríamos sacarle verdadero partido.
Hasta cuándo esperar: El año que viene ya deberían comenzar a llegar televisiones más económicas en 4K, y la cantidad de contenidos será mayor.
Teléfonos móviles de gama alta
Lo ocurrido en el caso de los smartphones es poco frecuente. Normalmente los móviles mejoran cada año en algunas características muy determinantes. Este año no ha ocurrido así. Es verdad que los nuevos móviles tienen una pantalla que se supone que es de mayor calidad, o tienen algo más de batería, o tienen un procesador algo más rápido, pero los cambios no se van a notar. Por otro lado, estamos en un fin de ciclo. Los smartphones han llegado a un tope tecnológico, y lo más probable es que las próximas generaciones traigan ya consigo un cambio de paradigma, por lo que lo mejor es esperar. Estos últimos móviles no aportan nada nuevo.
Hasta cuándo esperar: Justo dentro de un año todo debería haber cambiado. Este sistema sobrevivirá a la segunda mitad de 2014, pero a comienzos de 2015 llegará la verdadera revolución en el mundo de los teléfonos inteligentes.
Dispositivos vestibles
Wearables que los llaman. Hablamos de los relojes y las gafas inteligentes. El año pasado ya vimos algunos, e incluso antes pudimos ver el Sony SmartWatch. Sin embargo, distan mucho de poder ser llamados inteligentes. Samsung y Sony ya tienen varios relojes inteligentes en el mercado. LG está trabajando en varios para este año, y Motorola también va a lanzar el suyo. Incluso Apple debería lanzar este año un nuevo reloj inteligente. Sin embargo, lo más probable es que sean los pioneros en un mercado que todavía es muy desconocido. La siguiente generación corregirá todos los errores de los mismos, y habrá mucha más competencia entre las marcas, donde unas copiarán lo mejor de las otras.
Hasta cuándo esperar: Solo hay dos relojes que podrían sorprender este año, el Motorola Moto 360, y el nuevo reloj de Apple. Este último debería llegar en la segunda mitad de año. No obstante, lo mejor sigue siendo esperar a 2015.
Videoconsolas
Aunque la nueva generación llegó a finales del año pasado, casi podríamos decir que hace poco que han llegado al mercado los nuevos lanzamientos. Hablamos de la PlayStation 4 y la Xbox One. Sus ventas ya son lo suficientemente positivas como para afirmar que un buen núcleo de la población ha pasado a la nueva generación de videoconsolas. Sin embargo, tanto Sony como Microsoft han demostrado en el pasado haber hecho muy mal trabajo con las primeras ediciones de sus videoconsolas. La PlayStation 3 y la Xbox 360 sufrieron problemas de sobrecalentamiento que las llegó a hacer inútiles. En muchos casos, se producían poco después de que pasara la garantía. Y no son pocos los que han tenido dos de estas en una sola generación debido a que se ha estropeado su videoconsola. Se ha hablado mucho de obsolescencia programada, y para los que conocen bien el caso, no hay ninguna duda de que los fallos en las videoconsolas no eran simples casualidades en gran cantidad. No sabemos qué pasará este año, pero sí sabemos que el primer modelo de la videoconsola no suele ser el mejor. Esperar un poco será la mejor solución.
Hasta cuándo esperar: A finales de este año ya deberíamos estar al corriente si las videoconsolas tienen problemas graves. Por otro lado, no sería nada raro que lanzaran una nueva versión en no demasiado tiempo. Finales de 2014 podría ser una buena fecha, aunque de nuevo, lo mejor es esperar a comienzos de 2015.
También hay salvedades
No obstante, también hay algunas excepciones en el mercado, que podemos aprovechar, pues sí es el mejor momento para comprar si de verdad necesitamos un producto de esa categoría. Nos encontramos en este grupo a las cámaras digitales. El formato Full-Frame está imponiéndose, y cada vez son más las cámaras Full-Frame que llegan al mercado. Empiezan a llegar algunos modelos más económicos, y ya no son simples excepciones en el mercado, sino una categoría algo superior a las cámaras de formato medio convencional que está comenzando a expandirse más y más. Si quieres una cámara Full-Frame, es un buen momento para hacerlo. Por otro lado, también es el mejor momento para comprar un teléfono móvil de precio económico, no uno de gama alta. Los smartphones han bajado mucho su precio en los últimos meses. El Motorola Moto G es una muestra de smartphone barato con buenas características. Pero los hay todavía más baratos, por debajo de los 100 euros. En general, todos los productos de precio económico que busquemos son buenas opciones. Podría tratarse de un monitor Full HD de 21 pulgadas para una videoconsola, o de un tablet de bajo coste. En sus sectores se están produciendo grandes cambios, y esto hace que el precio de los modelos más convencionales baje. Por poco más de 100 euros podemos conseguir uno de los productos de las últimas dos categorías mencionadas, un monitor, o un tablet.